Berlinas de Canela

¡Hola a todos!

Hoy os traigo unos bollitos dulces deliciosos y muy  tiernos, perfectos para el desayuno o la merienda, y con un sabor y textura que recuerda bastante al de los clásicos donuts.

Además son super fáciles de hacer porque la receta está diseñada para el programa de masa de la panificadora, vamos, ¡que se hace solita! ^ ^

Es del libro 200 recetas de pan, de la editorial Blume, el cual os recomiendo muy encarecidamente, la relación calidad-precio es inmejorable: cuesta solo 4'95 euros y el contenido es una pasada, además trae unas fotos maravillosas, os aseguro que vais a querer preparar todas y cada una de las recetas que incluye.

Ingredientes para 10 berlinas:

• 1 huevo grande batido
• 225 ml de leche
• 2 cucharaditas de extracto de vainilla
• 25 g de mantequilla sin sal ablandada
• la ralladura muy fina de media naranja (opcional, ésto se lo añadí yo para darles un toquecito)
• 1/2 cucharadita de sal
• 450 g de harina de fuerza
• 50 g de azúcar
• 1 y 1/4 cucharaditas  de levadura seca

Para el acabado:

• 100 de azúcar
• 1 cucharadita de canela
• aceite para freír las berlinas 

Preparación:

• Colocamos en el orden adecuado, según nuestro manual de instrucciones, todos los ingredientes en la cubeta de la panificadora. En mi caso, con la panificadora del Lidl, los incorporo en el mismo orden en el que están descritos en la receta. Seleccionamos el programa para masa.
• Finalizado el programa, volcamos la masa sobre una superficie enharinada y la cortamos en 10 porciones similares. Formamos bolas y las colocamos en una bandeja de horno engrasada. Cubrimos con papel film impregnado en aceite y las dejamos reposar en un lugar cálido unos 30-40 minutos, hasta que doblen su tamaño. Yo las dejé dentro del horno, con la puerta entreabierta y la mínima temperatura posible, casi como si estuviese apagado.
• Mezclamos en una fuente el azúcar con la canela. Calentamos abundante aceite en una sartén y vamos friendo las berlinas durante unos tres minutos, dándoles la vuelta hacia la mitad para que se doren por ambas caras. Las colocamos sobre varias capas de papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y estando aún calientes las rebozamos bien en la mezcla de canela y azúcar...

¡Y a disfrutar!

Lo ideal es servirlas recién hechas, y podemos acompañarlas de nata y mermelada de fresa, o bien tomarlas solas, son perfectas para mojar en un chocolate a la taza bien espeso o en té o café. Se conservan perfectamente varios días en un recipiente hermético.

¡Están deliciosas, espero que os hayan gustado!

¡Qué feliz estoy con mi panificadora, la sensación al tocar la masa recién amasada es espectacular, parece blandiblu! jajaja 

Y ya tengo como unas 583 recetas en lista de espera... ¡os voy a volver locos! ^ ^

Bueno, pues nada más por hoy, os deseo un feliz comienzo de la primavera, aunque al menos aquí en Asturias hace un frío que pela aún, pero ya apetece cambiar el chip y comenzar a disfrutar más tiempo del aire libre y las terracitas... ¡y de un  montón de recetas primaverales!

Nos vemos muy pronto...

¡Un besote!

Posdata: os dejo con mi última receta para Entrechiquitines, un sandwich dulce de mantequilla de cacahuete, plátano y chocolate, con el que recargar a tope las pilas por si en estos días la astenia primaveral nos hace una visita... Aunque lo mejor es sin duda lo increíblemente buenísimo que está... ¡Os va a encantar!